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No te sientas agotada a primera hora del día, mejor sigue estos 3 hábitos que debes hacer al despertar para no mirar tu teléfono móvil.

Por Alice Rosati vía Vogue

Tomar el celular al despertar se ha convertido en uno de los hábitos más frecuentes de las personas hoy en día. Sabemos que usar el teléfono por la noche puede retrasar el tiempo que tardamos en conciliar el sueño, los expertos se han cansado de decirlo una y otra vez, pero ¿cuáles son los efectos de hacerlo nada más despertarse?

Para muchas personas, tomar el celular para apagar la alarma y revisar las redes sociales es un gesto casi automático. Suena el despertador, te das la vuelta, lo apagas e inmediatamente revisas tus notificaciones. Entras a Instagram, abres tus correos electrónicos, lees las noticias (cada vez más desconcertantes estos días), abres el calendario con las citas del día… en cuestión de minutos la ansiedad ya se ha apoderado de ti y tu mente ya carga con todo el peso del día. Y ni siquiera has puesto un pie en el suelo.

No se trata de demonizar todo lo relacionado con las redes sociales. Hay muchos creadores de contenidos que divulgan cosas interesantes, pero el problema es cuando pasa el tiempo y nos quedamos horas viendo fotos y vídeos que no enriquecen nuestros pensamientos, más bien los empobrecen, porque acostumbran al cerebro a una concentración tan mínima y superficial que casi resulta problemático poder leer diez páginas de un libro sin distraerse. Por lo tanto, lo ideal es no recurrir al celular al despertar en la mañana.

Según explica al periódico The Guardian Liz Moody, autora del libro 100 maneras de cambiar tu vida: “Los teléfonos celulares están diseñados para darte la dosis de dopamina que deseas durante el día”. Su funcionamiento es similar al del azúcar. Los picos glucémicos van seguidos de bajadas repentinas que desencadenan el deseo de tomar más azúcar. El riesgo, por lo tanto, es que toda esa información, imágenes estéticamente agradables y patrocinios de productos que nos gustaría comprar, nos lleven durante el día a necesitar estímulos dopaminérgicos del mismo tipo.

La estética deseable de las redes sociales en realidad aumenta la producción de dopamina de nuestro cerebro. Cada vez que actualizamos nuestro feed de noticias, vemos contenidos nuevos, estimulantes e impredecibles. Pero hacerlo por la mañana tiene un mayor impacto en el cerebro, que es más susceptible a esa hora. Esto significa que está más influenciado por el contenido y esto podría tener un impacto negativo en el curso emocional del día.

Por lo tanto, esperar al menos un cuarto de hora después de despertarse antes de mirar el celular y llenar ese tiempo con otras actividades podría ser una buena idea para encontrar la energía dentro de uno mismo.

3 hábitos para dejar de ver el celular al despertar y empezar bien tu día

1. Exponerse a la luz natural

Liz Moody sugiere de nuevo exponerse a la luz natural durante unos minutosnada más levantarse y dar un pequeño paseo. De hecho, la luz aumenta los niveles de serotonina, lo que mejora el estado de ánimo. No sólo eso, la luz natural es importante para despertar una parte del cerebro llamada núcleo supraquiasmático, la estructura que regula el reloj biológico interno y el ritmo circadiano.

2. Respiración yóguica

El momento dorado de la meditación es una hora y media antes del amanecer. “Al despertar, cuando aún estamos entre los dos estados de sueño y vigilia, podemos saborear cierta tranquilidad. Aún no nos hemos puesto el traje del trabajo ni estamos con los pendientes del día”, escribe Christian Pisano en el libro Virasamavesa. Este periodo de tiempo se denomina Brahma Muhurta, que significa el tiempo de Brahma, o el responsable de la creación.

Cuando el descanso ha regenerado el cuerpo, la mente está más limpia y relajada. Esto significa que aún no ha reiterado sus condicionamientos durante el día y puede concentrarse en observar para evitar repetir patrones y dinámicas emocionales y de comportamiento que crean sufrimiento. Al despertar viene ante todo de la autoobservación honesta y el yoga despierta la energía a través de la introspección, es decir, recurriendo a la respiración, el recurso más simple y eficaz que el cuerpo pone a nuestra disposición.

Por eso, practicar de cinco a diez minutos de respiración yóguica completa a primera hora después de levantarse permite crear esa conexión con uno mismo que permite no “desconectar” con nosotros mismos ni siquiera durante el día. Consiste en una inhalación y exhalación en 8 pasos, que se pueden adaptar a la propia capacidad y sensación, concentrando la mente durante tres veces en el vientre (respiración diafragmática), tres veces en la expansión del tórax (respiración torácica) y dos veces a la altura de las clavículas (respiración clavicular) formando un flujo armonioso de inhalación y exhalación.

3. Poner el despertador unos minutos antes para despertar con calma

Muchas personas no son tan receptivas por la mañana y necesitan una hora de despertar adecuada que les ayude a desconectar con el piloto automático y no sentirse agobiados nada más levantarse, con el riesgo de estar agotados a media mañana. Ese espacio, entre el sonido del despertador temprano y la hora real en la que hay que levantarse, puede convertirse en un momento de ocio positivo.

Un interludio para dedicarnos a pensar y elegir lo que más nos conviene. Un descanso de las prisas que nos espera durante el día para dedicarnos a nosotros mismos, a la creatividad y a imaginar algo diferente que luego, quién sabe, podría formar parte de la vida cotidiana.

Artículo publicado originalmente en Vogue Italia, vogue.it.

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