Te contamos cómo desactivar los mecanismos de defensa que te están haciendo más daño que bien.
Por Pamela Vázquez vía Glamour
Navegar sin sentido en redes sociales es uno de los ejemplos más conocidos de los hábitos tóxicos para tu salud mental, pero existen muchos otros que probablemente forman parte de tu vida y ni siquiera lo has notado, aunque pueden ser la respuesta a ese malestar emocional y físico que se ha vuelto crónico y a pesar de los múltiples estudios médicos a los que te has sometido no encuentras la causa.
Muchos de estos comportamientos automáticos se desarrollan inconscientemente como un mecanismo de defensa del cerebro para protegerte de experimentar emociones desagradables generadas por situaciones incómodas (discusiones de pareja, conflictos laborales, trámites tediosos) o trastornos mentales (ansiedad social, depresión, bipolaridad). Por ello, en lugar de completar ese pendiente, terminas viendo tres horas de TikTok sin darte cuenta, pero el problema sigue ahí, latente y creciente.
Aunque las distracciones no son malas, sino todo lo contrario, despejarte demasiado de tu vida real puede ocasionar severos problemas en tu salud mental, tu desempeño en el trabajo, tus relaciones personales y hasta tu bienestar físico. Por ello, es importante determinar cuando hayas cruzado la línea saludable y estés entrando a un lugar oscuro por dejarte llevar por tus coping mechanisms. Aquí te dejamos una lista entre la que puede estar tu hilo negro.
13 hábitos tóxicos para tu salud mental
Si aún no comprendes del todo a qué se refiere el término ‘mecanismos de defensa’ y has visto ‘Friends’, Chandler Bing lo ejemplifica muy bien cuando Mónica y él se encuentran con Richard y luego de apuntar uno de sus clásicos comentarios sarcásticos se prensenta con la amiga del ex de su novia como “Soy Chandler, digo chistes cuando estoy incómodo”, y temporadas atrás explica que lo comenzó a hacer para atravesar el divorcio de sus padres.
Un clásico.
Y es que son exactamente reacciones incontrolables que pretenden ayudarte a sobrellevar algo difícil, pero no en realidad no conducen a nada bueno, pues solo alivian el malestar temporalmente, no resuelven nada y causan nuevos problemas.
Pero ¿cómo saber cuando uno de tus hábitos es tóxico o no? Las red flags más importantes son dos: que siempre aparecen justo después de experimentar una emoción desagradable, y que te hacen sentir aún peor luego de hacerlos.
Aclarado eso, vayamos con el listado de ejemplos que te ayudará a identificar cómo se manifiestan los mecanismo de defensa negativos para encontrar todos los que te afectan más fácilmente.
- Comer por ansiedad
- Romper cosas cuando estás enojada
- Procastinar pendientes
- Buscar a tu ex cuando te sientes sola
- Recurrir a sustancias nocivas cuando estás triste
- Cortar conversaciones en cuando empieza una discusión
- Decir chistes si te sientes incómoda
- Ghostear personas para evitar conversaciones complicadas
- Ver horas de redes sociales cuando estás ansiosa
- Alejar personas de tu vida al encariñarte
- Limipiar tu casa a profundidad si sientes estrés
- Hacer compras compulsivas después de una pérdida
- Hacer mucho ejercicio tras un fuerte enojo
En lugar de seguirle dando entrada a los hábitos tóxicos para tu salud mental, mejor prueba mecanismos de defensa saludables que te permitan generar habilidades útiles para canalizar tus emociones y enfrentar las situaciones incómodas. Por ejemplo, dar un paseo cuando estés estresada, o practicar alguna forma de arte cuando te sientas triste. Parece más fácil decirlo que hacerlo, pero ten por seguro que después de leer esto, poco a poco dejarás de disfrutar esos hábitos porque ya no podrás quitarte de la mente todo el daño que te hacen.
