Promete dictámenes sobre seguridad en próximos días.
Por Rodrigo Sandoval/PCM Noticias
Morelia, Mich., a 24 de octubre del 2025.- En medio de la crisis de inseguridad que atraviesa el estado y apenas días después del asesinato del líder citrícola Bernardo Bravo Manríquez en Apatzingán, la presidenta de la Mesa Directiva del Congreso local, Giulianna Bugarini Torres, aseguró que el Legislativo “seguirá dando la cara” y que en las próximas sesiones llegarán al Pleno dictámenes en materia de seguridad.
La diputada de Morena reconoció que más de 60 iniciativas relacionadas con temas sensibles como desaparición, desplazamiento forzado, transfeminicidios y reclutamiento de menores permanecen detenidas en comisiones. Admitió que este rezago exige una “autocrítica” del Poder Legislativo para ponerse al día en las demandas de la ciudadanía.
“Nos toca revisar qué nos falta, qué tenemos que trabajar y ponernos las pilas en dictaminar en temas de seguridad”, señaló, adelantando que este miércoles algunos de esos dictámenes podrían ser discutidos por el Pleno.
Las declaraciones de Bugarini se producen tras la polémica sesión solemne realizada en Apatzingán el pasado miércoles, con motivo de la conmemoración de la primera Constitución de 1814. El evento se llevó a cabo a puerta cerrada, con un fuerte dispositivo de seguridad que impidió el ingreso de ciudadanos y en medio del luto por el asesinato del dirigente agrícola.
La legisladora rechazó que se haya enviado un mal mensaje al “sacar la sesión a toda costa” pese a las protestas y críticas de diputados que decidieron abandonar el recinto. Sostuvo que no se trató de indolencia, sino de la obligación del Congreso de cumplir con sus funciones.
“No podemos utilizar ningún tipo de situación para sacar raja política; me parece vil el usar el dolor de las personas para generar protagonismos”, afirmó, sin mencionar directamente a los legisladores que se retiraron en señal de inconformidad.
El Congreso michoacano, hoy en manos de Morena, enfrenta cuestionamientos por la falta de empatía y la distancia con la población en un estado marcado por la violencia. Aunque Bugarini defendió la necesidad de que el Legislativo “siga dando la cara” y se acerque a los ciudadanos, la sesión en Apatzingán se desarrolló con vallas y filtros de seguridad que impidieron el acceso a la gente, lo que para críticos y analistas refleja lo contrario de la cercanía que presume el partido en el poder.
