 
                                En redes sociales ya dicen que el karma que le viene a Christian Nodal va a estar muy fuerte.
Por Celina Lozano vía Cultura Colectiva
Durante el tour ‘Latinaje’ de Cazzu, la verdad es que todo se trató de todo menos de su gira, pues el drama con Christian Nodal y Ángela Aguilar dio un giro que no esperábamos. Y no es sorpresa si les decimos que somos team Cazzu… y más después de todo lo que confesó de las injusticias de Nodal.
Cuando terminó su tour y estaba por regresar a Argentina, Cazzu fue abordada en el Aeropuerto de la CDMX y, esta vez, sí decidió responder a todo el discurso que Nodal y su equipo han sostenido en medios. Recordemos que apenas hace unas semanas, el equipo legal del cantante publicó un comunicado asegurando que él había cumplido con todas sus obligaciones económicas “e incluso más de lo que exige la Ley Argentina”, además de haber ofrecido un régimen de visitas y permisos de viaje para la niña.
Cazzu por fin habló de todo el daño emocional e injusticias que Nodal les habría hecho a ella e Inti
En sus declaraciones dejó claro que no recibió los “millones” de los que habla el comunicado y aseguró que ni siquiera existen esos permisos formales de viaje que supuestamente él ya otorgó. Fue ahí cuando calificó como “un descaro” lo que se está diciendo públicamente y señaló que, si fuera necesario, también revelará sus propias verdades porque ha intentado llegar a un acuerdo sin exponer absolutamente nada… y aun así no ha habido justicia.

La argentina también dejó ver algo que pocas veces se menciona cuando se habla de manutención, y es que esto no va únicamente de dinero, sino del desgaste emocional que atraviesa una madre y una hija en medio de un conflicto público, donde la narrativa parece construida para desacreditarla.
Y sí, lo económico importa, pero lo devastador es el impacto emocional, ese arrastre mediático, las acusaciones sobre su maternidad y el hecho de que, estando en el mismo país durante meses, no hubiera una convivencia real con Inti.

Porque lo que está en juego aquí no es un depósito bancario: es una niña que está creciendo en medio de declaraciones públicas, reproches y presiones legales, y una mujer que ha tenido que sostener todo sola mientras se le cuestiona si hace lo suficiente.
Y por eso, más que un pleito, lo que Cazzu está denunciando es la desigualdad en la carga emocional: mientras él controla el relato, ella tiene que demostrar una y otra vez que su prioridad es el bienestar de su hija —y que lo que duele no es la falta de cheques, sino la falta de presencia, respeto y verdad.
Así que sí: después de escucharla, está clarísimo que ser “team Cazzu” no es fandom, es empatía básica.










































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































