Aconteceres: Otro Réquiem

Por María de Bernal

Hace una semana confesé andar a la baja por diferentes motivos, y era cierto. Hoy, mi pena es de otra índole totalmente y les comparto porque así se hace menos pesado.

Veo en noticias, redes y demás medios que mi amado México va perdiendo el amor por la vida, que, sin darnos cuenta, permitimos a los legisladores aprobar leyes perversas que atentan contra la vida de los más inocentes y débiles y nadie levanta la voz; es más, los legisladores han sido elegidos por nosotros mismos. O, por lo menos, eso nos dicen.

Estoy segura de que si hiciera una encuesta por mi cuenta con la gente que me encuentro en la calle, la mayoría me diría que no está de acuerdo con esta ley absurda que deja abierta la puerta a peores cosas. Ya sabemos que no es lo mismo despenalizar que legalizar, hay mucha diferencia, pero uno puede llevar a lo otro y el resultado siempre será mortal para quien menos culpa tiene.

No deja de sorprenderme que nuestro México tan fiestero, tan bullanguero, tan celebrador de la vida se esté tiñendo de rojo sangre con legislaciones injustas en más de la mitad del país y sigue y sigue, todo esto por lo que parece una apatía de muchos, que pudiendo hacer no hacemos, que pudiendo hablar callamos, que pudiendo protestar, volteamos para otro lado.

Y está también el daño innegable a las mujeres que se someten a estos procedimientos. Por más que quieran disfrazar las consecuencias, por más que quieran minimizar los daños, por más que quieran ignorar los efectos y disimular las secuelas, no hay manera, y una vida joven de mujer se ve trastornada por mucho tiempo a pesar de ella misma.

Hoy mi pena es por México y pido porque recuperemos nuestro amor por la vida, que volvamos a proteger y cuidar a todo ser humano, nacido o no, que ande por el planeta, especialmente en México, que recordemos que el primer derecho humano es el derecho a la vida, que no haya una sola mujer que piense que esta barbaridad puede ser la solución a su problema, que la legislación cambie de rumbo para implementar condiciones favorables de apoyo, de cuidado, de protección, para las mujeres en estado vulnerable y, así, nosotros y México estaremos registrados en el libro de la vida y no al revés.