Aconteceres: En Familia
Escrito por Radio Mejor el 27 de agosto de 2024
Por María de Bernal
Cuando a Santa Teresa de Calcuta le preguntó alguien: “quiero cambiar el mundo, ¿qué tengo que hacer?”, la monjita respondió: “Ve a tu casa, con tu familia y ámalos con todo” En pocas palabras, ahí está el meollo de lo que estamos viviendo en este nuestro mundo tan enredadito.
Porque observamos que lo que eran valores inamovibles, ahora suenan anticuados; aquello por lo que daríamos la vida, ya no vale la pena; el lenguaje y muchas palabras ya no significan lo que significaban, sino justamente lo contrario. Entonces, el resultado es una gran confusión entre lo que sabemos y amamos, y lo que vivimos.
Esta confusión está creando serios problemas de orden psicológico, por ejemplo. En casa, cada quien es lo que es, varón o mujer, niño o niña. Y no hay la menor duda al respecto, es evidencia comprobable, vaya. Pero en la escuela, ya no se sabe. Lo que es natural desde que el mundo es mundo, ahora se cuestiona, se pone en entredicho y se presentan modelos diferentes de personas y de familias. Y el adoctrinamiento está muy fuerte, al grado de que quien no sigue el juego corre peligro hasta de cárcel.
En otras categorías sucede lo mismo. Fuera de casa, el respeto, la consideración, la deferencia que se debía a los mayores, ha pasado a la historia. Vemos cómo se vive y se promueve el individualismo más feroz, que deshumaniza y endurece el corazón, porque lo único importante es el propio bienestar o el propio capricho. Ser solidario es una pérdida de tiempo, dinero y esfuerzo y el llamado bien común ni siquiera aparece en el lenguaje cotidiano.
Esta oleada de barbaridades no va a parar. Sabemos que hay grandes intereses apoyando, lo que hace difícil la lucha. Pero sí podemos conocer estas realidades leyendo, asistiendo a cursos, siguiendo autores capacitados y preparados para saber qué enfrentamos y cómo vamos a hacer para preservar a nuestra familia y nuestra sociedad.
Urge, pues, fortalecer a las familias en aquello que es tan esencial para todos. Hay quien dice que la familia es la primera escuela de humanidad, y sí, porque en familia se puede vivir en el amor y la cordialidad, se conocen los valores más ricos para todos, se solucionan los problemas de la mejor manera, se fortalecen las identidades y roles de cada miembro de la familia, se cultivan las relaciones armoniosas entre todos, se aprecia el trabajo y el esfuerzo realizado, se apoya el crecimiento y el desarrollo de cada uno, se defiende la vida y se promueve la dignidad de todos. Se crean modelos de convivencia fraterna y en concordia. Se vive y se trasmite la fe. La familia es, también, un refugio seguro y cálido en días tormentosos y un remanso de paz al final de la jornada. Dicho de otro modo, es en familia donde se aprende a ser verdaderamente humano.
No tengamos miedo, hablemos con la verdad siempre, aun cuando sea políticamente incorrecto; por el bien de todos, lo peor que podemos hacer es no hacer nada.